Hoy atado a un te quiero vivo en el mundo de los sueños, donde la realidad golpea mis sentimientos, donde solo quedan las cenizas de aquel mundo que yo invente. Sobrevivo en los recuerdos de este amor, de esos latidos que fueron echos y hoy solo quedan en nada. Busco aquella sonrisa que me hizo enamorar, aquellas palabras que salidas de tu boca eran mi cielo. Lagrimas se presentan donde hubo sonrisas, donde el fuego de tu recuerdos ardía, quemando mi corazón, mis sueños y mi alma.
Es difícil, conocer el cielo, hablar con un ángel y pretender olvidarlo, bañarse de sueños y recuerdos que una noche fueron mi insomnio y hoy son recuerdos. Encadenado a esta vida, donde solo puedo esperar la muerte, donde el sentido lo tienen tus labios, la locura mi corazón al escuchar el tuyo y los silencios romperlos con tus palabras. Soñar con todo aquello que un día creí mio, con aquello que saca lo mejor de ti, que eleva tus palabras, tu ser y tu vida. Ese cielo que prometían tus palabras, que acariciaba con cada palabra que salia de tu boca, hoy son solo aquellos clavos que arden en mis manos, recuerdos vanos de sueños que jamas cumpli y que me atan al ese ángel del que una tarde de otoño me enamore.
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