Mis días pasan y mi cabeza sigue bañada en tu recuerdo, sigue pensando en tu bella sonrisa, en tu dulce voz y en aquellas palabras que jamas te dije. Nunca te dije que los días son demasiados largos cuando estas lejos, que mis noches son muy oscuras cuando no encuentro tus ojos para alumbrarla. Nunca te dije que me gustas, que me despierto cada mañana con tu imagen en mi cara, que me acuesto soñando contigo y que cuando mis fuerzas flaquean una sonrisa tuya levanta mi día. Escribo estas palabras porque aun me tiemblan las piernas con la fuerza de tu mirada, porque aun observo como la luna que es tu sonrisa ilumina mis días y hacen mis silencios. Te escribo desde la tristeza, donde las lagrimas son el recuerdo de cada día, de cada momento en el que una de tus palabras rozo mis oídos, donde cada mirada con palabras que siempre calle, que están en mi alma, corazón y cabeza, pero que mis labios jamas saben como decir.
Pero sabes una cosa, estoy loco de amor por ti, no se cual es el motivo pero me enloquece tu sonrisa, me vuelvo loco con cada palabra que sale de tu boca dirigida a mi. No se cuanto tiempo ha pasado desde aquella tarde porque el mio se detuvo allí, sigo enclavado en aquel banco donde vi tu sonrisa por primera vez. Sigo en e mismo sueño, en aquel donde la primera noche me hiciste cambiar el mundo, donde mi único deseo es hacerte sonreír, donde vivo cada noche y donde me gustaría vivir por ti. Te quiero dos palabras muy largas para un día de espera, pero así es, las dos únicas que mi corazón repite cuando escucha tu nombre.
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