Para dedicar a una mujer especial

He cometido cientos de errores en esta vida, me he dado cuenta de que lo único que importaba lo había descuidado, me he dado cuenta de que lo único que importa es ver sonreír a quien tantas veces me ha hecho llorar. Quizas no lo había apreciado como se merece, quizas el poder estar tan cerca de la persona amada te da una seguridad que el tiempo se puede llevar, quizás solo un pensamiento haga que este amor se derrumbe. Pero no es así, mi vida se cimienta en tu mirada, mi vida es solo un pedazo de tiempo que transcurre desde que presencia, tu ausencia y el dulce recuerdo que me dejan ambas. Quizas este loco, y digo quizas porque no estoy seguro, porque para amar a una princesa como tu alguien debe estar demasiado loco y pensar en que la vida merece la pena. 

Las letras hoy no pueden expresar lo que encuentro en mi, las letras solo expresan los momentos que existen entre cada segundo de mi vida, y los momentos en los que te tengo presente, las palabras solo pueden expresar ese pensamiento que desde una noche de otoño siempre ha estado en mi. Decir que te quiero tan solo son dos palabras que aglutinan lo que he deseado decirte siempre, decir que te quiero es una simplicidad del amor que no expresa ni de lejos lo que hay en mi mente, decir que lo eres todo es tan solo una parte de lo que pretendo decir y que mis labios callan por miedo al error. Te has convertido en el sentimiento que arde en mis adentros, en el segundo de mi vida que quiero vivir, en el alma luchadora que prende la llama y que enciende mi vida diciéndole a las estrellas que como tu no hay otra. El tiempo se ha detenido, han pasado un segundo o un siglo, pero yo sigo en el segundo en el que tu mirada se clavo en mi pro primera vez y me hizo de nuevo nacer. He caído derrotad