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Palabras de enamorado

  Alma cándida que lame sus heridas en el fragor de un te quiero que no habla por el silencio, miradas que se esconden en el fuego de un corazón que se detiene en cada silencio perdido ante un amor que no aparecer. Palabras de silencio que con miedo no tienen mas que cerrar los ojos de aquel hombre que con toda su valentía prende en la noche mas oscura la antorcha de un amor verdadero. Que será del silencio que se rompe con cada uno de mis veros y al que temen mas tus ojos que lo hace el miedo mío a perderte. Da igual cuantas veces haya perdido el juicio, pues en cada uno de mis te quiero hay palabras que ni el mismo sentido puede ocurrir, pues te amaría hasta que en mi cuerpo no queden cicatrices de la lucha por llegar al sendero que me llevaron tus ojos. 

Sueño de lo desconocido

Soy el silencio de los escoyos de esta senda, el rayo de luz que entra en la caverna intenta alumbrar mas de lo que en realidad puede, un lucero en una noche estrellada y una burbuja de aire en la mar. Soy el poeta que firma tus versos, el que cierra tu alma con cada uno de mis abrazos, el que te nombra en la oscuridad cuando se apagan las luces de la conciencia y dejan que se enciendan los piropos de un amor que no es eterno. Amarte es saber que se pierde mi vida entre pensamiento que no me llevan a ningún lado, miradas que se irán al ocaso de una tarde que no lleva a un nuevo amanecer, sueños que se desvanecen en la mirada de un niño que se despierta con la ilusión de ser mejor en un mundo que no tiene sentido. Soy muchas cosas pero ninguna en tu vida, soy el que se esconde en el miedo por no poder decir a esos ojos que te amo con locura.  

Silencios en la noche

Ya no hay silencio para cuantas palabras quedan en mi mente, ya no hay miradas para aquellos te quiero que solo quedan en mi alma, solo hay presente un cierto te quiero que se queda grabado en mis ojos y es el castigo que me lleva a esta muerte. Tu aroma fue quien lleno mis pulmones de aire, tu mirada fue quien dio luz a mi vida en todos estos días, tus palabras fueron el eco que escucharon cada uno de mis te quiero cuando había un gran silencio. Ya no tengo miedo, pues conozco la verdad, esa misma que ha rondado mi sueño, esa misma que anida en mi alma. Quizás no sea una gran primavera lo que se escribe en mis ojos pero si que ya no esta ese silencio que culpa a cada una de mis palabras por ser unas cobardes. He dejado toda esperanza y he marchado a donde nadie lo hizo, pues en cada una de mis esquinas hay un te quiero grabado que no se borra. Fui fuerte cuando no debí ser débil, ahora me gane tu presencia en mi vida, ya que no fueron fuerte mis palabras, sino aquellas miradas que a