Para dedicar a una mujer especial

Mil silencios romperé con esta batalla ganada a ese cielo que dejo caer un ángel del cual locamente enamorado me hallo. Mis palabras serán testigo de este largo romance, hacia una dulce princesa, hacia una preciosa dama. No callare mas mis latidos, porque ellos son el eco de este amor que hoy comienza, de este amor que nunca termina. Grito al cielo los te quiero, que en esta tarde pienso, por cada imagen que hay en mi mente, por cada momento vivido. Hoy ganare esta batalla, pero se preso y esclavo de tus ojos, hoy este caballero sera quien diga al destino sus ojos son el fuego que alimenta mi alma. No habrá mas palabras que los te quiero que saldrán de mi boca, cuando de tu dulce mirada un si pronuncie tu boca. Te amare por siempre, como hasta ahora lo he hecho, diciendo cada mañana, gracias porque te quiero.