Para dedicar a una mujer especial

  Son tus lagrimas la mar en la que navega mi barco hacia la felicidad de una persona completa, pues tu sonrisa es la luna que me sirve de espejo y aleja mis penas pues en ella puse mi vida para que jamas desaparezca. Tuyas son las palabras que salen de mi boca, tuyas las esperanzas que se rompen en la lanza de esta vida, pues no hay mas razón en este mundo que un amor en tus manos y tu nombre en mi corazón. Siento con desvelo que mis palabras no lleguen a tu alma pues las tuyas son la canción que suena cada mañana al despertar tras una madrugada en la que te llamo en la sombra de la noche. Son tus palabras las que componen mis versos, las que se escriben en lo hondo de mi alma y se dictan en los papeles que empañan mis lagrimas cuando siento mi soledad.

En mi alma hay un sueño del que no quiero despertar, un segundo de alegría, un minuto de ilusión que se hace eterno y no deja que me venga abajo, en mi vida hay cien millones de razones que hacen que cada una de estas palabras tenga un valor, que el haberte conocido sea algo mas que el capricho del destino. Sinceramente no se que es lo que me ocurre en cada momento, de lo que si que estoy seguro es que la vida merece la pena desde que estas en ella. Cada instante me hace recordar que quiero compartir contigo mis mejores momentos, mis alegrias y mis penas, que seas esa persona que me dice que todo saldrá bien cuando nadie puede creer en mi. Por eso sigo pensando en cada instante que me haces especial, cuando alguien me hace soñar desde el mismo momento en que la vida me ha regalado una sonrisa, la tuya.