Para dedicar a una mujer especial

  Desde que entraste en mi vida se ha terminado la monotonía, ahora amanece en el mismo momento en que puedo leerte, en ese mismo instante en el que mi piel se riza pensando en ti. Puede que sea demasiado grande la distancia, pero mas grande es el universo que compartimos ambos, asi me siento. Ya no recuerdo un instante en el que no pueda saber de ti, cuento horas, minutos y se me hacen días esperando respuesta, pero al final siempre llega, siempre llega esa gotita de oxigeno que despierta mi alma. Me doy cuenta de que la vida me ha sonreído, de que ha colocado ante mi, alguien que me hace soñar, alguien que me hace vivir, pero solo me doy cuenta de que nada es perfecto en mi, salvo tu. Quizas sueñe con el dia que pueda abrazarte, con ese mismo instante en el que me desmaye pensando en que lo mejor que he tenido esta frente a mis ojos. Hoy solo es un sueño, pero mañana estará mas cerca ese dia, al menos eso le pido al cielo y a tus ojos.

  Son mis lagrimas el cancerbero de mis palabras, son mis sueños el engaño de una esperanza que se cae a pedazos, son tus ojos la maldición de un corazón roto que se hace eco en las sombras de un amor que nunca ha tenido vida. En mi alma esta la esperanza de un sueño que comienza en cada amanecer, algo que nació de un hermoso deseo, de un bello te amo, de unas palabras que hicieron que los versos se quemaran en el alma del poeta que no supo recitarlos. Ahora son fuego que queman un alma, castigo de un amor prometido, miedo de un fuego que no quema mas halla de un simple suspiro. Amarte se ha convertido en mi condena, mirarte es saber que la vida te sonríe mientras  a mi me mata.