Para dedicar a una mujer especial

  En cada puerto ato a mis pensamientos mil recuerdos de aquellas tardes que dan el naufragio, en cada playa hay un grano de arena que lleva una lagrima de aquellos momentos que aun están en mi cabeza, en cada brisa hay cien versos que no llegan mas lejos que los silencios que rompen en mi vida los te quiero que no se acaban en cada suspiro. He dejado que sea mi alma la que escriba los versos que no se acaban de comprometer, he dejado que sea mi vida la que siga mirando a un puerto al que mi barco le da miedo llegar, he dejado de ser un marinero porque me dio miedo mirar a cada silencio que aparece en el alma perdida de donde no soy la estrella. Amarte se ha convertido en el silencio que aparece y desaparece en la mar, amarte es saber que en mi vida ha habido una sonrisa que no se puede borrar, un sentimiento que no me atrevo a explicar, un te quiero que sigue siendo una mirada al pasado en un mundo de pensamientos atados a mi.