Para dedicar a una mujer especial

No hay versos que expliquen la locura de un hombre por una mujer,no hay versos que digan lo que siento en este momento por ti, mi dulce amiga, porque las palabras quedan en silencio cuando en tu mirada veo mi reflejo. El miedo es mi compañero de viaje, ese mal consejero que se aparca en mis sueños y que da riendo suelta a la imaginación de quien como caballero quiere seguir los pasos de su dama. Mis palabras son el silencio del viento, mi mirada perdida un reflejo de lo que en mi alma cansada encuentras y de la que soy dueño por un amor prohibido. Como manzana en el paraíso, así me hallo, ni puedo mirarla porque su reflejo aumenta a mi amigo y disminuye la única virtud que queda intacta en mi mente guardando mi silencio en lo mas hondo de mi cuerpo. Por dios no me pida que hable, porque enmudezco con la belleza de vuestros ojos, me pierdo en la oscuridad de tu cabello imaginando que en una noche cerrada el dulce elixir de tus labios sera el veneno que calme los latidos de mi corazón.

El silencio de mis labios tienen mas palabras de las que este folio puede albergar, se que no soy el mejor comunicador del mundo, también se que soy un puñado de defectos que intentan hablar con quien es totalmente perfecta, pero es lo que me toca vivir. Quizas deba comenzar por el principio, pero para ello deberé saber cual es, quizás en tu memoria ya no este escrito pero hace ya unos cuantos años coincidí contigo. Yo apenas me acordaba, es mas sino fuera por una pequeña foto en la que sales tras de mi no lo habría sabido jamas, pero desde aquel día supe que había en este mundo alguien especial que me haría feliz. Pasaron los años y de nuevo coincidimos, no solo fue un día, sino meses, años en los que fui conociendo a quien merece la pena. Tengo gravada en mi mente muchos recuerdos, muchos momentos bonitos en los que te hacen ser esa persona especial, muchos de los que ni puedo ni quiero deshacerme y quedaran para siempre aquí. Se que he intentado aclarar mis ideas bastantes veces,