Sentado en este mar de soledad y tristeza donde el amor me consume, me baña en recuerdos que no puedo olvidar, que están en mi mente grabados a fuego. Aquí donde la corriente son mis lagrimas y la tinta de estas palabras la sangre de mis venas, que en cada párrafo es un recuerdo que lleva tu nombre. Tarde oscura, como esos ojos que tanto brillan, que enloquecen mis sentidos, que callaron tantas y tantas veces los te quiero que jamas te dije, marrones como la tarde de otoño en que te vi por primera vez, allí donde comenzó esta locura de la que no despierto.
Palabras y mas palabras que llenan mis papeles, que impregnan de recuerdos la soledad de este hombre enamorado, las lagrimas que que llevan esta soledad de este cuerpo que muere por tu presencia. Susurro y suspiros temblorosos que no pierden la fe de volverte a ver, volverte a hablar y volver a grabar recuerdos nuevos que no atormenten mis deseos. Aire bañado en el aroma de tu pelo, en el olor dulce de tu cuerpo, recuerdo que nunca olvido en cada paso que doy, en cada locura que mi alma me lleva.
Así tarde tras tarde un arroyo de lagrimas y tinta se derraman sobre papeles que llevan tu nombre, tu imagen y lo mas bello de este mundo un sentimiento que arde en nuestros corazones. Locura que entra en esta mente de hombre rudo y convierte cada palabra en versos, cada verso en poemas y cada poema en pura fantasía. Pero no puedo despedirme sin volverte a decir, te quiero princesa.
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