Comencé esta tarde con un pensamiento en mi cabeza y lagrimas en mis ojos recordando aquellos días en los que tenia una razón por la que salir adelante, por la que despertar cada mañana con una sonrisa en los labios y por la que tirar de este carro con tantas cargas. Cada lagrima me lleva a uno de esos recuerdos donde tus palabras cobraban significado, donde una simple mirada a tus ojos me bastaba para sonreír, para alegrar el día mas amargo, para conseguir guiar este camino. Pero hoy no hay consuelo, te llevaste la sonrisa de aquel niño que tanto te quiere, la esperanza de ser mejor, de luchar por aquello que tanto quiere y que se aleja ante sus ojos. Ya se secaron aquellas lagrimas que corrían por sus ojos, ya solo encuentra la soledad en la que esta inmerso buscando aquellos recuerdos en los que la mujer mas maravillosa de este planeta lo hizo soñar, lo hizo levantarse de las caídas de este camino tan pedregoso que unos llaman vida. Hoy no esta ese hombre que esboza sonrisas, que sus palabras son los piropos que hacen brillar un sol y la luna en esos sueños, ya no existe motivos por los que ese carro recorra el camino, ya no hay lagrimas solo desesperación y llanto sin consuelo.
No ha reproches, solo corazón roto y sueños inalcanzable, no hay sendero marcado, este caminante perdió su rumbo y camina dando tumbos, cayendo día tras día en pozos de los que no sale, abismos que se encuentra. Llenando charcos con lagrimas que brotan de sus ojos, sentimientos que arrastran la amargura de la soledad eterna, de aquello que un día se fue y que nunca volverá.
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