Noche silenciosa, tanto que puedo oír tu respiración, el latido de tu corazón, como se acelera cada vez mas en cada segundo. Susurro en tu oído, aquellos que nunca escuchaste, los te quiero que incineran mi alma, que duermen mis desvelos y callan mis palabras. Aquellos besos se hacen eternos en los que la dulzura de tus labios dan de beber a los míos, sedientos como un día en el desierto y esperando esa miel que solo tu puedas darme. La locura se hizo pasión, puedo oír cada suspiro que sale de mi, cada bocanada de aire que entra en mis pulmones con ese aroma a princesa de cuento de hadas. Mi imaginación no tiene limites, y si los tiene los ha sobrepasado, con cada caricia, con cada beso que se desliza en tu cuerpo. Mi cordura no existe, la locura se ha apoderado de mi, ya no distingo entre lo real y lo imaginario. Puedo sentir como nuestros corazones laten a la par, como las respiraciones se compenetran una y como beso a beso mi cuerpo se estremece.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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