No puedo olvidar aquellos que la vida me arrebato, aquellos que mis brazos ansían por tener entre ellos, aquellos que muerde mis silencios, mata mis palabras y calma mis deseos, aquellos que hace latir mi corazón, que saca una sonrisa, mis lagrimas y el deseo inconsciente de ser mejor. No puedo olvidar la única razón por la que seguir vivo, la única por la que escribo, respiro y doy gracias cada mañana. La única razón por la que este ordenador me retiene cada tarde, esperando ese mensaje que nunca llega, esas palabras que envió al espacio y que nunca vuelve. Esa luz que alumbra mis noches de soledad, que llena de recuerdos mi mente en esos momentos de sueño en los que tu sola presencia alegra mi alma, hace fluir mi sangre y tengo algo por lo que ser yo...
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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