¿Cuántos son los versos que ha de recitar mi alma para que en cada una de esas miradas encuentre la respuesta a tantas preguntas? ¿Cuántas las noches que he de pasar en vela esperando una respuesta a la que mis labios no se atreven a romper el silencio, pero que mis ojos te gritan desde el mimo momento que supe de tu existencia? Es mucho pedir al cielo que me haga el olvido, es mucho el saber que por mas que siento mi vida sigo esperando algo que jamás ha llegado, es mucho decir que el único rayo de esperanza que ha habido en mi vida se ha esfumado al igual que lo hizo esa esperanza que nunca acaba.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
Comentarios
Publicar un comentario