Podía ser un día cualquiera, un momento elegido al azahar, una mirada que se pierde en lo mas hondo de un alma cautiva y que hace que sea el eco de un amor que solo nace en las sombras. Horas que se marcan en el reloj, segundos que se detienen para dejar pasos a horas, mientras yo sigo estando en aquel mismo instante en que supe el nombre que se grabaría en mi alma para la eternidad. Solo esperas el momento, el segundo en el que una sonrisa salga de esos labios para darte cuenta de que tu vida ha cambiado, de que ya no eres un insignificante, sino que eres la plenitud de un amor que no se marcha en este instante. Esperas para decir lo que sientes, una fuerza te aúpa, pero no es bastante para romper el miedo que hay a escuchar un no, pero sigues adelante, es mas grande lo que pierdes que el miedo y de pronto lanzas esa pregunta, esa misma que anoche te repetiste mil veces y todo cambia. Ya nada será igual, pues su sonrisa o tus lagrimas te perseguirán para toda la vida.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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