¿Cuántos pasos he de caminar para no caer en ese abismo? ¿Cuántas noches he de mirar por esa misma ventana para que se escape una risa de tus labios mientras dejo de secar mis lagrimas al viento? ¿Cuándo dejare de mirar perder las hojas a esos arboles con la esperanza que tras una de esas hojas haya la respuesta a mis preguntas? Nada cambia, sigo estando sentado en aquel mismo banco esperando una respuesta a preguntas que nunca he hecho, sigo esperando a alguien que se ha marchado, un tren que paso hace años pero que se fue diciendo adiós sin que yo me diera cuenta. Ahora solo me quedan recuerdos de aquellos momentos, pensamientos ahogados en el alcohol vacío de una botella que se derrama por las manos que tantas y tantas palabras han dedicado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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