Mi cabeza se había vuelto loca, que quería ahora, cuando ya estaba a punto de olvidadla vuelve a cruzarse y me hace un destrozo. La confusión era mi duda, ya me había arriesgado una vez y me salio mal, ella no quería estar conmigo, al menos eso me dijo. En este momento pensé que seria un gesto de amistad, aunque viniendo de ella, era muy raro. No volví a darle vueltas al asunto, al menos durante unas horas.
Esa noche me esperaba una fiesta, alcohol y mujeres lo que todo chico universitario necesita para una buena noche. Tocaba arreglarse, peinarse bien y salir en busca de guerra, esta noche triunfo y olvido a esa chica que ya casi no recuerdo. Ese era mi pensamiento, una buena fiesta con los amigos haría que se terminara de olvidar y dejara de calentarme la cabeza con el hecho aislado de esa mañana. Pero como en veces anteriores, me esperaba un golpe mas del destino.
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