Mientras llega nuestro próximo encontronazo, los días pasan, poco varia, o al menos eso me pareció. Yo seguía con mis cosas, intentaba centrarme en lo mio dejando un poco apartado a ella, aun así siempre había un rato que dedicaba. Después de aquella mañana yo me sentía un poco confuso, y para ver por donde irían los tiros esta vez yo dejaba caer alguna que otra perla en mis redes sociales, de manera que ella las viera y haber por donde salia. Pasaron dos días, desde aquella coincidencia cuando en una de estas perlitas se decidió a contestarme, respuesta que seguía el hilo, ahora mi opción era dejarla pasar o seguir probando. Opte por contestar tirando un poco del sedal y volvió a responderme.
Estaba mas claro, esta vez parece que el juego comienza a ser mas serio entre los dos. Así y todo tras llevar tres palos es difícil plantearse volver a hacer nada sin estar seguro. Busque algunas opiniones, entre amigos, tiempo perdido, por lo que opte por aquellos que tras una pantalla de ordenador me daban su pequeña opinión. Algunos estaban en contra, que pasara olímpicamente, pero otros veían algo de esperanza, lo justo para animarme. El que hacer, no lo sabia, pero quizás volvamos a jugar una nueva mano en esta mesa llamada amor.
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