Llegue a casa tras un rato con los amigos, no hacia mas que darle vueltas a lo que había pasado, debía de hacer algo si quería conocer su opinión. La única posibilidad que me quedaba era la mas cobarde, la que nunca debe tomar ningún hombre que se precie, si de verdad quiere ser apreciado por la chica, Internet. Entre en la red social en la que ella estaba agregada, hacia dos días que no se conectaba, pero de perdidos al rió, había que hacer algo y no dejarlo pasar mas.
Pase diez minutos esperando que se conectara, cosa que no ocurrió, por lo que si de por si ya era cobarde mi acción de decirle que me gusta por Internet, decírselo cuando ella no esta conectada es aun peor. Escribí un mensaje privado que decía literalmente asi; "No debería de hacerlo así, pero lo mas seguro que sea la única forma. En primer lugar te pido que no te cabrees y si quieres léelo. Cuando acabes de leerlo si quieres contestar te lo agradeceré, sino lo tomare como un no.
Te conozco desde este año, poco tiempo, pero el suficiente para saber que me gustas. Nunca me había pasado, que mire a una chica a los ojos y no me salgan las palabras. Desde hace un tiempo quisiera habértelo dicho a la cara, pero no soy capaz. Pienso que eres una chica muy especial, y no quería perder la oportunidad de decírtelo. El otro día cuando te sentaste a mi lado en el banco pensé que era el momento, pero cuando veía tu mirada no podía. Esto nunca me había pasado, pero es así. Ni siquiera se si tienes novio, si es así debe ser muy afortunado. Solo te voy ha hacer una pregunta, ¿quieres salir conmigo? Como he dicho anteriormente, si quieres contestarme te lo agradeceré, sino, lo tomare como un no. Si te ha molestado te pido perdón, por adelantado, incluso cuando me vuelvas a ver me cruzas la cara lo aceptare y puedes estar segura que no lo volveré ha molestarte."
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