La verdad no me sentía culpable y mas bien aliviado. Aunque había estado coqueteando conmigo parecía que pasara de mi de nuevo. Llegue a casa tranquilamente y encendí mi ordenador, y para mi sorpresa un mensaje de ella. Me preguntaba que porque había reaccionado así, que ella no pensaba que yo fuera así. Esta vez fui claro y sincero, me calentó y como bien tu sabes me gustas y me sentí celoso. Breve pero clara la respuesta, decidí enviárselo así. al parecer me había demostrado que yo se la traía al fresco, así que mejor así. Apenas paso un minuto cuando me volvió a contestar, esta vez vía chat, comenzó ha decirme que algo de razón si que tenia yo. Mi cara era un poema, ella dándome la razón, le digo que me gusta, cosa que ya sabia ella, y me sigue hablando. Hablamos media hora, ya ella se despidió, debía hacer la cena. Si antes de esto ya mi cabeza estaba confusa, ahora ya no sabia ni por donde andar.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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