Ni el alma se cansa de echarte de menos ni mi pensamiento se hace en el olvido al saber que ya no estas, he dejado que sea mi vida la que caiga pues mi alma no aguanto el peso y se marcho para jamás estar conmigo. Quizás no merezca la compasión que pido, ni mucho menos los momentos que no he regalado, quizás solo sea un hombre que se esconde en lo mas orgulloso de su ser buscando la única oportunidad de que se mire a los ojos la mujer que tantas veces vio reflejada en su rostro. Demasiado soñador para una vida tan cruel, para unos recuerdos que se escapan en cada uno de los momentos que viven en la oscuridad de un amor que se ha marchado con la penumbra de un amor que dice
adiós.
Por qué siempre te rindes antes de intentar? No crees que cada quien se busca y persigue su suerte, Olvídate de los obstáculos y anda por tu felicidad.
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