No soy ciego pues en mi vida he dejado que sea la oscuridad de un frio invierno el que congele a mi alma mientras mendigo un poco de amor. Da igual las veces que te he nombrado en mis sueños, las veces que he dejado que se escape en mi vida tu nombre, las veces que he dejado que se marchite un amor que nació en el pasado y que jamás ha tenido futuro. Yo un simple mendigo que cuenta sus andanzas y desventuras mientras ruega al cielo por un amor que no ha estado en sus manos, tu una princesa e cuento que hasta el mismo reflejo de tus ojos eclipsa a las estrellas. Que poco cuidadoso es el mundo que hace que me mire en los ojos de un ángel mientras me golpea con la realidad de que ese amor solo se lo reservan aquellas que solo han estado amando en su vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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