Jamás olvido lo que una vez vez estuvo en mis ojos y que el tiempo sea corto o largo no hace que se borre algo tan valioso como tu. Extrañe tus palabras, ese rayo de esperanza que habías dado a mi alma, esa locura que salía de cada una de tus cartas y hacia que mi vida tuviese sentido. Había perdido media sonrisa porque con tus cartas te la habías ganado, hoy la he vuelto a recuperar, igual que la luz que sigue guiando a mi alma. Con la misma ilusión que un niño el día de navidad lei cada una de tus palabras, como si las escuchara en mi oido, como si tu desde la lejanía me las susurraras. Por una vez te sentí cerca, por una vez mas pude soñar con que en la lejanía seguia habiendo alguien que me pensaba. Ahora tus palabras son el puente que me acercan de nuevo a ti, ahora son tus palabras las que me hacen sacar lo mejor de mi, ahora solo cierro los ojos y vuelves a estar en mi mente. Solo espero no esperar tanto tiempo para volver a tener este puente que son tus palabras, estas sonrisas que me has hecho tener, volver mañana a recuperar ese sueño que hace posible el poderte leer.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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