No puede haber lagrimas en os ojos de aquel que ya no tiene alma, de aquel que no teme a la muerte mas que a la vida de aquel que la única sonrisa que recuerdan es la que hay en un pasado muy lejano. No hay amor en los huesos de aquel invierno que helo los latidos de quien se alegraba de ser a esa persona, solo silencios de algo que se fue marchando, algo que enmudeció las lagrimas que hoy recorren mis ojos. No puedo echar la culpa mas que a quien la lleva, yo, alguien que se dejo escapar un sueño por ciento de promesas vacías, alguien que se dejo ir lo mejor que le había pasado en esta maldita vida solo por ser tan cobarde de no seguir un sueño. Ahora entiendo aquella frase de "llora como un niño lo que no supiste defender como un hombre", pero ni las lagrimas pueden hacer fuerte a lo que una vez se sintió muy débil.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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