Tiempo, para uno décimas de segundo para otros meses, para mi eterno. Eterno esperando algo que no llega, un mensaje, unas palabras o una simple mirada que me diga que estas bien. Muchos son los días de espera, tantos como estrellas han en el cielo o motivos para quererte, sin embargo aquí sigo un día mas esperando que caiga la noche para darle otras mil razones por la que eres especial para mi y única para mi vida. Aquí sigo buscando razones por las que no amarte y dándome cuenta que cuanto mas busco mas razones para quererte encuentro. Miro a mi alrededor, dándome cuenta que tu ausencia es la razón de mi tristeza, que te echo tanto de menos que mis latidos se apagan con cada minuto que no estas a mi lado, que la sangre escribe tu nombre en mis venas y que cada pedacito de mi te recuerda.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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