Buenas tardes princesa:
No hace mas de media hora que tu mirada se ha encontrado con la mía por ultima vez y ya te echo de menos, aun el aire huele a tu aroma afrutado, ese olor a vainilla que tanto me gusta. Esta tarde esta nublada, y con ganas de llover, tal vez como aquella en la que te conocí por primera vez. Aun así por muy nublada que este, tu siempre consigues que brille el sol. Eres el azúcar de mis días, la felicidad eterna en un mundo en el que la vida te golpea una y otra vez.
Que te eche de menos en tan poco tiempo, pues si, porque un minuto contigo se me hace ínfimo, mientras que un segundo sin ti se me hace eterno. Ya espero el momento de volverte a ver, de volver a embriagarme con ese aroma de vainilla, con esa mirada que es mi felicidad eterna. Ocupo cada silencio que encuentro a mis pasos con tus palabras, ya sean pocas o muchas, lo importante es que son tuyas y ahora suenan una y otra vez en mi boca.
Poco a poco has hecho que sea el hombre mas feliz del planeta, que mis despertares sean con mas energía tan solo porque hay una razón para luchar al máximo. Quererte es lo único que mi corazón me deja después de conocerte, y echarte de menos en cada instante en el que ya no te veo.
Te quiero princesa.
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