Hablando a mi silencio, pensando que por muy lejos que estés te siento muy cerca, aquí en cada latido de mi corazón suena un nombre y en cada pensamiento al amanecer una cara, la tuya. La soledad se ha apoderado de mi, intentando ahogar los pocos recuerdos que me quedaron una tarde septiembre en la que te clavaste en mis ojos por ultima vez, la ultima vez que mi sonrisa salio en estos labios.
Mi tristeza aguarda en mi hasta que el brillo de esos ojos que un dia me enamoraron vuelvan a arrancar un pedacito de mi, que vuelvan a hacerme soñar, que vuelvan a hacerme feliz. Para ello no pido mas que despertar a tu lado, verte sonreír, hacer que tus momentos mas amargos se vuelvan dulces y que esta soledad que prende a este alma, la calmes con un abrazo.
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