Estamos cerca del aniversario del día en que te conocí, hace ya cinco años que mis ojos te vieron por primera vez. Aunque realmente no sea cierto, solo necesitas recordar bastantes años atrás para darte cuenta que hace cinco años nuestros caminos se volvieron a cruzar. El destino, no lo se, lo unico que se es que cuando tan solo era un mocoso te conocí, tu tenias la misma cara, esa cara redonda de papa que tienes, esa sonrisa tan bonita como la luna menguante y esos dos ojos como dos luceros que alumbran mas que una ciudad entera. Ahí en ese valle, tan bonito y tan frió, tan hermoso paisaje como esa niña que hoy mujer cautivo mi corazón. En un rincón de ese pueblecito, en una calle estrecha ahí estabas, tan radiante como el día en el que me volví a enamorar de ti.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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