Condenado a ser paloma en una jaula, cautivo de un amor eterno que me encadena a una sonrisa perfecta y como guardianes esos dos luceros que tienes como ojos. No existe la perfección, porque para existir debe poder ser descrita, y contigo me quedo sin palabras. Muchos son los piropos y palabras que salen en mis pensamientos, pero cayo cada una a la reina de este estúpido corazón. Cuanta palabra necia, cuanto sentimiento ardiente en este pecho y cuantas lagrimas recorren mis mejillas esperando ver el reflejo de la mirada que los enamoro.
Quiero que seas ese amanecer que comience mis días y termine mis noches, quiero ser el calor de ese verano en una noche fría de invierno, quiero ser ese poeta que dice versos, el que mece la cuna de tus sueños. Quiero ser la locura de ese amor loco, que mi corazón golpee este pecho por una princesa a la que amo.
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