Como el arrullo de dos palomas
como el correr de un rió por la montaña
como esa canción que suena al despertar
espero tus palabras.
Como alma en vilo
espero aquello que nunca llega
busco en la soledad de mis labios
el calor de los tuyos,
esa mirada que me enamoro
y que es el reflejo de mi alma.
Eres la cárcel de mi libertad
las cadenas que me atan
a una felicidad latente
en tus ojos.
Eres el bello recuerdo de un sueño
que dios puso en mi mente,
mi ángel de la guarda
y la dulzura de una vida eterna.
Eres el infierno de mi soledad
y el cielo de tu presencia,
el invierno de una primavera
y el otoño de mi verano
eres la sonrisa de mis lagrimas
el canto de mis silencios
y las palabras de mis poemas.
Eres la sangre de este vano corazón
la miel de estos labios
las cinco letras de un te amo
y las nueve de un te quiero.
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