No encuentro el tiempo, no puedo describir mi reloj parado, no puedo entregarte ese sobre con tu nombre con un papel con el corazón roto a pedazos sin saber que cada lagrima que ha cerrado el sobre ha hablado de ti. Las caricias se convierten en heridas de recuerdos que no se borran, momentos clavados en el alma, pensamientos que se apagan en el fuego de la mente de un amor eterno, miradas que siguen en lo mas hondo de un te quiero mientras espero una llamada que no llega. Sigo siendo esclavo de mi mente, sigo dejando que sea mi alma quien gobierne el mismo barco que se hunde en esta tormenta pero la vida sigue, y yo sigo enamorado de esos mismos ojos que rompieron ese corazón que llevas en ese sobre que lleva un nombre, una lagrima y un sentimiento pegado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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