No encuentro el tiempo, no puedo describir mi reloj parado, no puedo entregarte ese sobre con tu nombre con un papel con el corazón roto a pedazos sin saber que cada lagrima que ha cerrado el sobre ha hablado de ti. Las caricias se convierten en heridas de recuerdos que no se borran, momentos clavados en el alma, pensamientos que se apagan en el fuego de la mente de un amor eterno, miradas que siguen en lo mas hondo de un te quiero mientras espero una llamada que no llega. Sigo siendo esclavo de mi mente, sigo dejando que sea mi alma quien gobierne el mismo barco que se hunde en esta tormenta pero la vida sigue, y yo sigo enamorado de esos mismos ojos que rompieron ese corazón que llevas en ese sobre que lleva un nombre, una lagrima y un sentimiento pegado.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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