Me atan tus cadenas a algo que llaman vida mientras yo me doy cuenta de que solo es la mirada perdida de un amor que no florece, una primavera tardía que se quema con el calor de un verano que se lleva lo marchito de las flores, los pensamientos de un amor que se atormenta, los malos sueños que desvelan a un hombre que ama a una mujer. Siento el dolor en el pecho, como se marchan aquellos milagros que había en mi interior, aquellas noches de insomnio que hace que se quede pegado a mi un aroma que salió de tu ser y que ahora es la droga que calma a mis sentidos. Soy adicto a ti, a tus, besos, a tu alma, a cada uno de los cien te quiero que se han quedado en mi vida mientras me escudo en los pensamientos de algo que parece que me hará sonreír. Siento el martirio de un amor pesado, que se acaba en mi mente, que se hace de fuego, que calma a cada uno de los cien te quiero que hay en mis adentros. Soy el fuego que me quema, el eslabón perdido de una cadena que se esconde en lo mas hondo de un alma cansada que no deja descanso a quien lo ha seguido.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
Comentarios
Publicar un comentario