El destino es el que aleja o acerca nuestros caminos mientras nuestras almas se fundan en nuestros sueños, nuestros pies serán los que nos hagan navegar por la distancia que nos separa lo terrenal para unir en uno nuestros cuerpos. No hay distancia suficiente que pueda alejarme ahora de ti, pues estas en mi mente y en mi alma y si alguna vez el destino me castiga con tu indiferencia de mi se haga la muerte pues mi vida ya no tendrá más sentido sin la presencia en ella de tus ojos. La calma de tus palabras enhebra cada una de las puntadas que han unido a mi corazón para que esta lata de nuevo por la misma ilusión que lo hizo anteriormente. Guardare silencio esta noche por si murmuras mi nombre para que la luna menguante que hoy colma el cielo me traiga tus palabras y adormezca de nuevo mis sentidos hasta que amanezca de nuevo en tus ojos.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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