Llegue a casa, con una sonrisa en los labios, cosa que hacia meses que no hacia, me sentía bien conmigo mismo, no conseguí decirle nada, pero al menos pase un buen rato con ella. No recuerdo de que hablábamos, mas bien de lo que ella me decía, como siempre yo estaba pensando en otras cosas. Apenas pude dormir, había pasado un buen rato a su lado hablando, siempre que lo había hecho había mas gente a nuestro alrededor y esta vez estábamos solos. Pude mirarla a los ojos, esos ojos castaños que nunca mas olvide, que están en mi mente grabados.
El sueño me pudo, rendí mi cuerpo ante el sueño mas hermoso, soñar con ella, como cada día. Pero no era igual, esta vez se repetía una y mil veces ese momento vivido por ambos, en el que dialogamos un poco. Fue hermoso, despertar con esa imagen en mi cabeza, me sentí mas enamorado que nunca.
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