Hoy rompo mi silencio, con las lagrimas en mis ojos y mis manos llenas de sangre, con mis pies llenos de heridas de recorrer tantas veces este camino, en el que tantas veces he caído. Piedras y tropiezos en este estúpido amor, en el que sin palabras me hallo con el único fin de sacar una sonrisa a aquella en la que puse mis ojos aquella tarde de noviembre. Sonrisas y lagrimas derramadas a lo largo de estos días que dibujan en este papel el rostro mas bello nunca jamas descrito. Palabras que he callado, sentimientos arraigados a este alma oculta en mi ser, que se enfría en las noches con las lagrimas en su almohada por falta de tu ser.
Recuerdos en mi cabeza que retumban una y otra vez, que ahogan mis suspiros por esa hermosa mujer. Palabras que son piropos para ese ángel de amor que calma mi corazón y enfurece mis sentidos, que llena de su aroma mi aire y hace latir mi corazón. Esos sueños donde eres la reina de mi alma, la dueña de mi cuerpo y mi esencia, el aire que respiro y llena mis pulmones, la sangre que corre por mis venas. Eres la tinta de mis poemas, la musa de mi alma, la dueña de mis lagrimas y mi sonrisas, la corista de mis días y mis noches, el reloj que marca las horas en estos largos días de espera.
Hoy la sangre es mi tinta que empaña de rojo estos papeles blanco donde se escribe esta oda a una princesa, donde los piropos a esta dulce hada quedan pequeños, donde el latir de mi corazón calla con cada palabras que escribo, donde el sonido de tu nombre es la anestesia a mi vida, donde los escoyos del camino son simple chinas siempre que te lleve de guía. Eres mi ángel de la guarda, mi sombra mas cercana, eres mi protección en este mundo enorme, mi sol y mi luna. Eres las dos palabras mas lindas que existen: Te quiero.
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