Romperé mi silencio si dejas que mis palabras viajen hacia ti, en ellas habrá cien motivos por los que mi corazón late diciendo tu nombre, cien razones por las que apareces en mis sueños y un millón de ellas por las que haría lo imposible por pasar un solo segundo a tu lado. Tus ojos no han judgado a los míos pero ya los han condenado a admirarte el resto de mi vida, tu nombre se escribe en cada ADN de mi células haciendo que solo pueda recordarte instante tras instante. Aun así mis palabras tienen miedo de no poder escalar hacia el lugar donde se encuentra, pues me hallo en el infierno condenado a amar desde la lejanía, suplicando a los cielos que me deje ascender para rogarle que me perdone por amar a ese ángel.
Cuantas noches te habré echado de menos sin conocerte, cuantas veces he pedido al cielo que mi camino se ilumine por alguien como tu, cuantas veces he dejado que mi silencio nombre a este amor que en solo unos días me ha dado una vida nueva.
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