Es mi alma la que me castiga con la desobediencia de seguir tus pasos, son mis sueños los que me desvelan en la madrugada llevándome al rincón de aquellos recuerdos que jamás he conseguido olvidar. Ahora me alimento de aquellos tristes minutos de gloria de esos pensamientos que se quedan clavados en mis ojos y de esa eternidad que mira en mi interior. Mis castigo siempre fue el no conseguir que te dieras cuenta de lo que sentía y ahora mis cadenas me atan a recuerdos imborrables que siguen en mi mente mientras me doy cuenta de que nada es para siempre.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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