Buenas tardes mi dulce princesa
En tu carta encuentro la esperanza que había perdido por cada uno de mis momentos vividos, en ellas encuentro que en unos días, horas, podre tener frente a mis ojos a quien durante todo este pequeño tiempo me ha hecho soñar con un mundo mejor. Quizás ahora no puedas ver la sonrisa en mi cara pero te aseguro que en ella hay una gran sonrisa esperándote. Se me harán larga las horas esperando, se me harán largas las noches soñando con ese momento en el que te vea acercarte a mi, escribiré en un gran cartel tu nombre y esperare el tiempo que sea preciso para verte reflejada en mis ojos. Ya solo me queda esperar, ya solo me queda sentarme y ver pasar el tiempo mientras cada vez te siento mas cerca. Ha dejado de ser un sueño para hacerse realidad.
Ahora he despedirme y pensar en este hermoso sueño, he de ver que tus palabras ya solo viajaran a mi y me darán de nuevo esa sonrisa.
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