Son mis silencios los que prenden la llama de este amor que se agota, son mis almas las que caben en la esperanza de un amor que se marchita, pues en cada uno de mis te quiero se acaba la mirada hacia un te quiero que se cae. Son mis esperanzas las que se ciernen en la vida de un hombre enamorado que mira a un amor que se torna imposible mientras se viste de seda en un sueño del que no queda mas que un hermoso recuerdo. Son las rosas de ese ramo las que se marchitan mientras se desplaza las agujas de ese reloj que marca las horas en las que nos perdimos en un pasado que jamas volverá.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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