Hace un mes apenas sabia que existías, solo había unas cuantas fotos en un perfil y unos cuantos comentarios, hoy mis lagrimas son por la despedida tan cercana, me he tenido que despedir de quien con palabras me ha dado la ilusión que se le puede dar a un niño pequeño. Fueron treinta días que cambiaron mi forma de vivir, mi forma de pensar y hasta la forma en la que se pueden mirar las cosas. Dios sabe cuantos errores he cometido, cuantas veces mi silencio o mis palabras dañaron el corazón de esa persona. Se que no habrá días para pedirle perdón, días para que me perdone, quizás por eso merezca este castigo en el que me encuentro en la mas inmunda de la soledades, mirando a una foto en la que nunca se reflejaron mis ojos.
Solo escuche tu voz una vez, esa misma noche no he podido dormir imaginando como dirías mi nombre. Se que no puedo cambiar el pasado, que mi presente y mi futuro será el de recordarte y pedirle a la virgen que llevo en mi pecho que te proteja siempre, que seas lo feliz que quise hacerte y que al menos te quedes con lo bueno que he podido demostrarte.
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