Son eternas las palabras del que quema su alma frente a un espejo dejando que este se muestre entre la penumbra mientras se secan las lagrimas de un rostro que enamorado se descubre en la noche nombrando a una dama que no ha aparecido. La oscuridad no deja que se vea la silueta de sus lagrimas, pero el silencio se rompe por el llanto desconsolado de quien nombra a quien ya no esta presente. Puede que se marche el pasado y que no este lejos el futuro, pero aun así quedan los recolegidos de un amor que se ha hecho cenizas y que vive en la ternura de unos ojos que no tienen mas que amor eterno.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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