Cuando te vi entrar en ese pequeño pasillo pensaba que habia muerto, tus ojos parecian luces que aturdian y confundian mi mirada, mis palabras se escondian tras un silencio que solo se podia romper por el sonido de tus tacones. Mis ojos dudaban si era real, si era un sueño o ambas cosas. Desde entonces no tengo claro ni minombre, si ese rostro que tantas veces recurdo es un sueño, si esto que arde en mi pecho es un sentimiento o simplemente que mi corazon late sin ritmo por algo que no soy capaz de gobernar. Las melodias son quien gobiernan las letras que se ordenan en mi cabeza, tu nombre es lo unico que puedo que recordar, porque mi alma lo pronuncia con cada te quiero que se escapa en los versos que mis manos componen en las noches que miro a la luna. Cierro los ojos pero no puedo, no quiero que esa luz que tu rostro se pierda, no quiero que mi unico recuerdo sea el de la mirada que desde el silencio amo, desde que la conoci no he dejado de pensar en ella, desde que te conozco no he dejado de amarte.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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