El silencio de las palabras de un hombre enamorado arden en las manos de un poeta que llora la ausencia de un angel, de una musa que impregnaba las noches de versos inacabados, de sueños que tenian comienzo pero no final, de un amor eterno que nacio la tarde de otoño y que calienta el corazon en esta fria noche de invierno. Las palabras tan solo son el eco de un amor prohibido, de un loco que nunca supo decir lo que sentia, de un caballero que al mirar a la princesa del castillo no supo trepar al torreon de los sueños, a ese desde el que se ve el negro azabache de la melena de la princesa, a ese desde el que salen las estrellas en las noches mas oscuras, a ese desde el que mengua la luna cuando esa princesa sonrie. Los versos se queman en las manos de quien ama, de quien ha visto la luz mas hermosa, a quien enamoro una moza, a quien los sueños se quedan cortos para decir lo que se siente, a quien un te quiero no dice lo que siente, a quien muere por el amor de quien enloquece sus sentidos.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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