Nunca antes había estado enamorado, nunca había conocido a una persona que mereciera la pena, nunca en la vida me había dado cuenta de que al despertar el cielo tuviese un color tan hermoso como lo tiene cuando al despertar en el veo el reflejo de tu mirada. Siempre había creído que esto del amor era tan solo un cuento de personas mayores por las que el tiempo las une y conviven para siempre, que los sueños tan solo eran eso, sueños, sin embargo al conocerte me ha dado una creencia en ellos, una locura por la que luchar en cada momento y muchas noches en las que no solo cerrar los ojos. Hasta el momento mis palabras solo habían sido prosa sin sentido, versos que se encadenan unos con otro bajo una rima, ahora son una melodiosa descripción de la mujer a la que amo, con la que he soñado todos los días de mi vida y con la que quiero compartir el resto de ella. Cada momento de mi vida he pensado que en algun lugar debería de haber alguien especial, alguien como tu que me enseñara lo que es amar, entonces apareces en este cruce de camino y desde entonces ya no te marchas jamas.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
Espero que nunca tengáis que recurrir a los servicios de un abogado matrimonialista.
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