Nunca el llanto ha sido la solución para decir lo mucho que se ama, nunca la espera ha sido la mejor de las consejeras para darte cuenta de que la vida merece la pena, nunca los días que pasan son la oportunidad perfecta para haber dicho aquello que tantas veces has pensado, sentido y que por miedo no te has atrevido a decir. Cada mañana al despertar el sol me recuerda que en la soledad de la noche mi alma te nombra, que en los versos que mi mano escribe cada estrofa lleva las letras que componen tu nombre, que cada minuto que marca el reloj es un minuto que no se vive en un recuerdo tuyo del que jamas me quiero olvidar. Decir lo que mucho que te amor es tan solo palabras, gritarlo al viento una de las mayores estupideces, pero mirar a los ojos de quien mas he querido es darme cuenta de que el tiempo solo pasa cuando tu estas a mi lado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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