Una tarde mas vuelvo a este lugar, a ese en el que mis pensamientos son el eco de mis sentimientos, a ese en el que conoce cada verso que han llorado mis manos y que han corrido por mis venas. Escribo en este sucio diario los te quiero que no puedo decirte, ya por miedo, ya por no poder mirar tus ojos. Se empañan mis ojos con los recuerdos de tu presencia, de tu sonrisa y de cada uno de los momentos en los que he tenido la suerte de contar con tu presencia. Me lamento, por ser aquel que esta locamente enamorado de la mujer mas increíble del universo, pero que no puede decirle ni tan solo una palabra, ser ese que vive en los recuerdos de un pasado en el que se duda de su existencia. Eres la palabra que mas se repite en este viejo libro, el sentimiento mas hermoso del que nunca se ha escrito y la locura de este viejo cuerdo que se enamora. La razón mas aparente por el que tu recuerdo permanece en mi mente, se graba en mi corazón y recorre cada parte de mi alma.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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