Cruel destino que me arrancas de mis brazos al amor de mi vida, que lo llevas mas halla de las estrellas con la única escusa que no puede ser mía. Cruel destino que un día cruzaste mi camino, que marcaste a fuego en este corazón hoy vació el nombre de esa mujer, exaltando cientos, miles de cualidades que ella tiene. Hoy la alejas de este hombre enamorado que llora su derrota, de este loco que no puede callar mas que la quiere, de este loco que en las noches de soledad escribe su sonrisa entre las estrellas. Me dejaste como única compañía esa soledad eterna que me castiga con el látigo de la indiferencia, con la cruel realidad de que ya no te volveré a ver mas. Lagrimas caen de estos ojos, tantas como letras hay en este poemario, en el que cada verso es una razón por la que amarle. Callare mis llantos con el tiempo, secare mis lagrimas con el mas duro olvido y pensare en que este amor que hoy termina es un paso mas en esta tumba en la que hoy me encuentro.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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