Tantos son los versos como días hay en esta cuenta, tantas las palabras como sentimientos encontrados, tantos los latidos como los besos que están en estos labios esperando a su princesa. Espero junto a este mar de lagrimas a esa mujer, a esa que un día quise, quiero y querré por siempre, a esa dulce sirena que con su cantar atrajo este amor incondicional que hoy siento por ella. Larga esta primavera que pinta de rosa esta vida, largo ese camino que polvoriento y escollado he recorrido, con el único fin de ver a esa princesa. Aun sangran mis heridas, he caído muchas veces, tantas como las que me levante, mire al cielo y dije te quiero mi vida. Nada ha cambiado, soy ese hombre enamorado de una hermosa mujer con la que sueña cada noche, en la que piensa cada día y en la que su nombre se ha grabado en el corazón y es el fruto de la inspiración. Hoy igual que ayer y que mañana seguiré aquí estancado diciendo a mi corazón desbocado que se tranquilice, que esa princesa esta al final del camino que comenzamos hace unos años y que aun no ha terminado,
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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