La tarde cae de nuevo y se escuchan los suspiros de este hombre, esté que mira a los ojos de una foto buscando en ella lo que no tiene, buscando las respuestas a unas preguntas que nadie le respondió. Porque vida cruel, porque la cruzas en mi camino para luego apartarla de él, porque he recorrido mil senderos y no la encontré, porque mil poemas no son suficientes para decirle que sin ella no se vivir. Suspiro tras suspiro derraman esas lagrimas, esas que corren por un mar de recuerdos de los momentos vividos en el pasado, de esos que rato a rato se escuchan en este cauce del rió que lleva sus plegarias. Pobre de mi, tan solo un desgraciado que sigue enamorado, pobre de mi, un ángel caído del cielo fijándose en mi. Quien lo iba a creer yo un pobre desgraciado con esa preciosa mujer, bella, inteligente y con gran corazón, como conquista este hombre a esa gran nación. como conquista a esas paredes y muros que tan altos levanto. Flores, poemas, detalles, con otras funciono, pero con esta dulce dama, el tiempo perdió.
Así tarde tras tarde sentado en el agua de sus lagrimas suspiro incansable entre el sonido de su nombre, la imagen de sus ojos y los sueños rotos. Imagino que sus sonrisa jamas se rompe, que alguien la hace feliz, eso me da paz, porque lo que jamas permitiría es que a ese ángel alguien lo haga llorar. No estará en mis brazos, lo se, pero espero que en los brazos que se encuentre la sonrisa siempre le sea fiel.
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