A unas horas de San Valentin estaba ultimando los preparativos, ya tenia elegido el regalo, el lugar donde quedaríamos e incluso el mensaje que le enviaría para quedar. Solo quedaba esperar a las doce de la noche y que mi idea cobrara vida. Me lo jugaba todo, era la tercera vez que me declararía a ella, o al menos lo intentaría. Esta vez seria por la puerta grande, o todo o nada, si me dice que no, no lo volvería a intentar, me olvidaría de ella y no intentaría contactar mas con ella, pero si su respuesta es que si, me hace el hombre mas feliz del mundo.
Las horas van pasando, yo pendiente de mi ordenador haber si ella escribe algo o se dirige a mi, pero ya ha pasado mas de mediodía y no se ha conectado. Mientras mas tiempo pasa mas nervioso me pongo y mas dudas me entran, sera oportuno, sera una gilipollez, no lo se, pero al menos queda intentarlo y saber de una vez por toda lo que ella quiere.
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